sábado, 26 de diciembre de 2009

Entrevista a Cappa publicada por Revista Cabal Diciembre 2009




Revista Cabal, Argentina Noviembre-Diciembre 2009 Año XXIV Nº 156


A Cappa y espada
Consecuente con sus ideas, no las del juego de balompié únicamente, sino también las que se relacionan con una forma de mirar la vida y sensibilizarse con los problemas de los más desprotegidos, el director técnico de Huracán es un personaje realmente singular. Un hombre cálido y lúcido, que sabe lo que dice y lo dice sin pelos en la lengua, como queda claro en todos los temas a los que se refiere en esta nota. Pero, también, y por sobre todas las cosas, un individuo de muy buena madera.


Se define como un individuo más, un tipo igual a cualquier otro, pero la verdad que no lo es. No por su rigurosa formación intelectual –es profesor en filosofía y psicopedagogía, aunque nunca hace alarde de esos títulos, sino por la coherencia con que, como director técnico, ha aplicado sus convicciones en los distintos equipos de fútbol que condujo en los últimos años aquí y en el extranjero. Esas convicciones lo asocian a la idea del fútbol como un juego bello, asociativo e inteligente en el uso de los espacios, una fiesta de alta diversión y placer, que involucre al propio jugador y haga disfrutar el corazón del hincha con los toques elegantes, la gambeta dulce, la picardía o el asombro que siempre produce la variante creativa. En una etapa donde la calidad de este deporte ha descendido de modo abrupto y marcha a contrapelo de todas estas virtudes, consecuencia del compulsivo afán de ganar a cualquier precio que imponen las grandes inversiones y el negocio futbolero, sostener esos principios, en las buenas y las malas, es un mérito nada común y constituye un rasgo que los amantes del buen manejo de la pelota agradecen a Ángel Cappa, que de él hablamos enesta nota. Porque, como ha dicho alguna vez, a él también le gusta el “fútbol ganador”, pero sin perder la alegría, el gusto y la identi dad en la forma de jugar que siempre caracterizó a este deporte en la Argentina, desde los tiempos de Erico a Maradona, pasando por Pedernera, Moreno, Tucho Mendez, Pontoni, Martino o Grillo. Nacido en Bahía Blanca en 1946, nieto de un abuelo cochero e hijo de un peluquero, Cappa jugó en su ciudad de origen en dos equipos, Olimpo y Villa Mitre, y luego en la Liga del Sur. “Empecé como lateral y después de central y marcador central, siempre defendiendo, porque no era habilidoso y tenía que jugar en esos lugares”, confiesa en una charla que mantuvo con Cabal. Mientras jugaba al fútbol daba clases de filosofía y psicopedagogía en Coronel Pringles, a cien kilómetros de Bahía Blanca. Ya le había picado el interés por los temas políticos y sociales y tenía militancia ideológica en el peronismo de base, donde editaban revistas, redactaban panfletos, daban conferencias u organizaban pintadas. Después del golpe de marzo de 1976, la represión, que ya había desatado el lopezrreguismo, se agudizó y varios compañeros de Cappa fueron detenidos y otros ultimados. La situación comenzó a ponerse demasiado peligrosa para él y el 21 de septiembre de ese año se exilió en España. “Elegí ese país en especial por el idioma y además porque un compañero, con el que habíamos viajado juntos, tenía parientes en Cataluña. Era una posibilidad cierta de conseguir algún trabajo, pero finalmente sus parientes estaban en Madrid y nunca llegamos a Cataluña por esaépoca.” Al llegar a España, Cappa tenía 200 dólares que le sirvi ron para alquilar un casa con el amigo que lo acompañaba. Sin un peso en el bolsillo había que ir a trabajar de cualquier cosa. Uno de los trabajos que consiguió consistía en ir a una biblioteca y escribir el resumen de un libro, por el que le pagaban unas cinco mil pesetas, que servía para vivir una semana. Generalmente eran temas referidos a la sexualidad, porque se atravesaba por el posfranquismo y existía aquello que se denominó el “destape”. Con esos resúmenes hací an luego pequeños libros. Poco después, y mientras trabajaba de contador en una pequeña tienda de muebles, conoció a su actual mujer, que tenía un puesto en la compañía de aviación Iberia. “Mi laburo –confiesa Cappa era muy estúpido y le pedí a la dueña que me permitiera estar solo medio día y no quiso. Era 1980. Como ya vivía con mi mujer y teníamos un sueldo seguro, le dije que me iba a dedicar al fútbol, la única actividad que me permitiría no claudicar nunca. Porque era mi vocación y la había interrumpido por mi mili tancia. Entre estar clandestino en el país, exiliarme más tarde y hacer distintos trabajos para comer habían pasado casi 10 años. Era una locura, porque tenía 30 años pasados y no conocía a nadie, pero me convencí de que en el fútbol me desenvolvería con más energía que en cualquier otra cosa dado que era lo que más quería. Dejé de trabajar e hice el curso de 3 años para ser entrenador y en esas clases conocí a César Luis Menotti. Así empezó mi vinculación con él”. Lo que vino despuéses historia conocida y bastante difundida. Colaboró con Menotti en la selección argentinade fútbol en 1982 y en el club Barcelona. En 1986, el “Flaco” lo recomendó a Banfield, equipo al que dirigió como al tiempo lo haría con Huracán, en su pri mera experiencia con ese club del Parque de los Patricios. En 1990, estuvo en Peñarol de Montevideo, otra vez junto a Menotti. Al año siguiente regresó a España e hizo dupla con Jorge Valdano y condujeron primero al Tenerife y al Real de Madrid más tarde. Ya de nuevo solo dirigió al equipo de Las Palmas y en 1998 al Racing Club de Avellaneda. Hasta la actualidad, en que dirige una vez más a Huracán, algunos de los teams de fútbol que lo tuvieron como técnico fueron, entre otros, el Club Atlante, de México; el Tenerife por segunda vez; el Universitario de Deportes de Perú y el Mamelodi Sundowns de Sudáfrica .

El regreso del exilio
Cuando volvió a la Argentina en 1986, tras pasar diez años en el exilio, había entre los argentinos una gran esperanza de poder recomponer las cosas y empezar una sociedad distinta. “Se repetía en democracia la misma ilusión de los setenta –afirma, pero allí comenzó una carrera interminable de frustraciones para nuestro pueblo. En fútbol, al poco tiempo de llegar, me di cuenta en qué situación se estaba. Había llegado a un acuerdo con el presidente de Banfield, pero nunca me llamaban para firmar contrato. Se me terminaba la plata y al preguntar por qué no me convocaban me dije ron que no tenían ni un peso. Pedí entonces el pasaje de vuelta. Y algunos amigos, alarmados por mi regreso a España, lograron con vencer a ese hombre de que me prometiera un dinero que nunca me dio. Entretanto, me daba unos pesos para sobrevivir en el día a día. Recuerdo que, cuando bajé del avión a mi vuelta al país, me pre guntaron si prefería para la pretemporada el mar o la montaña. Y contesté que iría adonde hubiera una cancha. ¿Y dónde hicimos la pretemporada? En los potreros baldíos de Banfield, porque ni siquiera estaba la cancha. Ahí me di cuenta que era todo una men tira extraordinaria.” Banfield salió, cuando lo dirigió Cappa, primero en la zona de competencia para ascender a primera división y perdió la posibilidad de ascender en un partido con Deportivo Italiano que se definió por penales. Una buena campaña, pero tuvo que irse porque no le paga ban. Al decidir el retorno a España un grupo de amigos, encabeza dos por el “Pescado” Sánchez, le juntó cinco mil dólares para que pudiera llevar algún dinero a casa. Al tercer día de estar en la penín sula lo llamó Huracán y volvió. Antes lo había hecho Lanús, pero rechazó la propuesta porque le ofrecían trabajar gratis por seis meses, de junio a diciembre, pagándole solo los gastos y viáticos, y después hacer contrato. “¿Ustedes quieren averiguar cuántos pun tos hago hasta diciembre? Bueno, yo acepto. Si hago 20 puntos, me dan 500 mil dólares. Si no, me echan”, les contestó. Y respondieron que no tenían de donde sacar esa plata. “Bueno, ustedes quieren ganar siempre”, les dijo. Los “quemeros”, en cambio, le dieron un dinero importante. Era su primer contacto profesional con ese club y le fue bien, pero confiesa con sinceridad: “En esa época era muy joven. Me peleé con todos y eso generó bastante malestar. En rea lidad, era un incordio y me echaron.” Una de las experiencias más llamativas que tuvo Ángel Cappa en su periplo como técnico en distintos países, fue dirigir al Mamelodi Sundowns de Pretoria, en 2005. Lo llamó un manager argentino, que lo conocía por un libro que había escrito y le propuso la idea de ponerse al frente de ese equipo. Aceptó porque era la posibilidad de conocer el fútbol africano por den tro y un país como Sudáfrica, apa sionante. “Resultó, en verdad, una experiencia extraordinaria, que realicé además en un lugar totalmente desconocido. Estuve un año y el equipo clasificó para la copa de África. El fútbol es en Sudáfrica el tercer deporte, des pués del rugby y el críquet. Las canchas de fútbol se llenan con 30 o 40 mil personas por partido. Pero no se refleja en los diarios, porque es un deporte que juegan los negros. Es curioso ver los lunes las primeras páginas de los diarios dedicadas al críquet y el rugby y sólo espacios muy peque ños que hablan de fútbol. Conocí toda Sudáfrica, la parte linda y la parte espantosa. Existe una zona pequeña que es hermosa y una enorme pobreza en el resto. Los equipos de fútbol son sociedades anónimas también. El club que me contrató me puso un auto con cho fer. Era un tipo muy culto y me lle vó al museo de Soweto, levanta do en homenaje a Héctor Pieterson, una de las víctimas de los levantamientos del setenta. Hay videos y fotografías en ese lugar que muestran la feroz represión que se desató contra la pobla ción y la masacre en que derivó. O las declaraciones de los políticos en aquel tiempo. Habría que hacer algo así acá con lo que pasó en la dictadura. Un ejemplo para evocar sería lo que decía Mariano Grondona en aquel momento. A mi me asombra que ese hombre, que apoyó a la dictadura, esté ahora en la televisión haciendo pro fesión de fe democrática. Yo no puedo soportarlo. Tiene todo el derecho del mundo a hablar, porque no hay que prohibirle la palabra a nadie, pero habría que recordarle todos los días quién era.” El museo de la ESMA es un caso parecido al que plantea Cappa, pero no igual. El lo visitó junto con el presidente de Huracán, Carlos Babington, los dos capitanes del equipo y Bolatti a invitación de Eduardo Luis Duhalde. “Me hubiera gustado que estuviera todo el equipo, porque es bueno que los pibes de veinticinco años se ente ren de lo que pasó en este país. A veces lo ignoran. Y los medios de comunicación mas importantes hoy se encargan de que tampoco sepan nada de aquella etapa, ni de explicar por qué razón los milita res tomaron el poder, impulsados por los grandes capitales para imponer una economía de hambre y de miseria. A la oligarquía no le importó nada todas las aberraciones que hicieron los militares. El otro día escuché a ese señor Vila, el empresario televisivo, diciendo que ellos trabajaron a favor de la democracia. Tiene derecho a defen der sus intereses, a opinar y afirmar lo que quiera, pero a mentir no. Porque los propietarios de los gran des medios de comunicación apoya ron la dictadura y combatieron la democracia. Respaldaron la viola ción de los derechos humanos. Entonces, ahora, no pueden decir eso, que es indignante. Por respeto a toda la gente que luchó a favor de la democracia y de una sociedad mejor. Pueden defender sus intere ses, pero mentir, no”. La televisación del fútbol Cappa sostiene que siempre le pareció irregular que le hubieran dado a una empresa, sin licitación y a un precio ridículo, la televisación del fútbol por 23 años. “Se trató en su momento de una concesión inad misible para una sociedad que tiene un mínimo de respeto por la ley –ase vera. Esas personas se exhibían como capitalistas que defendían el libre mercado, pero en rigor, lo que constituyeron fue un monopolio, que evitó la libre competencia. Cerraron absolutamente el acceso de la gente a los goles, había que quiera, pero que no sea Grondona o sus émulos los únicos con dere cho a tener la exclusividad de la información, sobre todo cuando han demostrado haber mentido tanto.” “Otro ejemplo de mirada uniforme en los medios ha sido la de Niembro y su tropa –continúa. Ellos han tenido los principales medios de comunicación y se entregaron a difundir una idea futbo lística totalmente distinta al sentimiento de los argentinos. Aparece Huracán, que toca y juega como a la gente le gusta y el 80% de los argentinos apoya a Huracán. Ese discurso de 30 años sufrió una derrota escandalosa. Parecía que ese discurso había prendido en la gente, pero no, la gente tiene otra manera de sentir. La derrota del niembrobilardismo fue escandalosa.” Los libros Desde hace varios años, además de volcar sus conceptos sobre el fútbol en la cancha, Cappa se da el gusto de explayarlos también en varios libros. El primero de los cuatro que escribió apareció hace unos 20 años, Fútbol sin trampa, y se trataba de distintas conver saciones que había mantenido con Menotti. A ese le siguió La inti midad del fútbol y enseguida ¿Y el fútbol, donde está? El último, Hagan juego , es una serie de entrevistas a diversos personajes internacionales de este deporte, que salieron publicadas en el diario español Marca , recogidas ahora en una edición de Deportea. Son veinte figuras de relieve las reporteadas, entre las que están Alfredo Distéfano, Johan Cruyff, Fernando Redondo, Pep Guardiola o Juan Román Riquelme. Como se afirma en la contratapa de ese último libro, Cappa superó los límites de la línea de cal y trepó a las páginas de la literatura para dejar constancia de su pensamiento. En esas charlas pregunta –y al hacerlo expone y dialoga sobre todos los temas que le interesan. Uno de ellos, relacionado con la calidad del fútbol aquí y en el mundo, lo aborda también en esta conversación. “Para mí, el mejor fútbol, conceptualmente, es el argentino –sen tencia. No soy objetivo en ese sentido. Ahora, el juego, la práctica, se han desnaturalizado muchísimo, por un montón de factores. Primero, porque el fútbol argentino se convirtió en un juego de paso, en una vidriera para exportar jugadores, lo más rápido posible, sin respetar los tiempos ni los procesos de formación de los jugadores. En cuanto hacen tres pases a un compañero, se van corriendo. Y si hacen 2 goles también. Entre otros factores ha favorecido ese fenó meno la relación de cambio en el dinero. Para un europeo pagar lo que se paga a un jugador argentino es nada. Entonces, los tipos invierten. Si les sale bien, fantástico, si no, perdieron apenas mone das. Por eso, el fútbol argentino no tiene consistencia, no tiene opor tunidad ni estabilidad. Los equipos se rehacen cada seis meses, los campeonatos son cortos, lo que provoca un clima histérico. Y todo eso sumado hace que el espectáculo sea bastante mediocre, en general. Es lo que ocurre en la mayoría de los clubes, pero hay excep ciones, como Vélez, Lanús, Estudiantes de La Plata, que tienen una estabilidad institucional, una continuidad. Que van vendiendo juga dores de a poco y van reponiendo. En el resto de los clubes, se van quince y vienen quince. Es lo que pasó con Huracán, donde se rom pió todo. Y Huracán era la ilusión de un barrio entero. Y fue como si hubiese entrado un elefante en el jardín de una casa cuando las flo esperar a que estos señores los pasaran cuando tenían ganas y nadie podía hacer nada. Una barbaridad. Y además el reparto de la plata del fútbol que hacían era muy injusto desde todo punto de vis ta. Repartían el 3%, cuando en otros países, como España, se da el 25% y además el mercado está abierto. Y en Inglaterra el reparto es del 34%. Por otra parte, nos quisieron hacer creer que el fútbol se sostenía por la televisación, cuando es exactamente al revés. El fút bol hizo multimillonarios a dos protagonistas: la televisión y los empresarios que son dueños de los jugadores. Me parece que el Estado debería de haber intervenido mucho tiempo antes. ¿De que manera? No lo sé. No sé cuál es el mecanismo más adecuado, pero la gente tiene que ver los partidos gratis. Eso está bien”. Respecto de los medios de comunicación, Cappa asegura que cumplen la tarea de idiotizar y confundir a la sociedad. “Hace mucho tiempo que no informan, sino que manipulan la información para que el lector piense como ellos quieren que se piense. Por ejemplo, a Hugo Chávez lo definen como dictador porque ambicio na la reelección. No aclaran, sin embargo, que la misma reelección se practica en 17 países de Europa, incluida España. De Álvaro Uribe, en tanto, que va por la re reelección, no advierten nada, por que les defiende los negocios. Cuando ganó Evo Morales por 68% contra el 32%, el diario El País salió a decir: ‘Hubo empate técnico’. Mandé una carta al diario diciendo que ahora entendía que cuando un partido de básquet salía 68 a 32, era un empate. Evidentemente, yo estaba equivocado. Lo mismo con Correa. Ganó en 23 de los 24 distritos, y El País tituló, ‘La derrota de tal distrito empaña el triun fo de Correa’. Es una manipulación alevosa, sin ningún tipo de pudor, que no tiene nombre. “ Por esa razón, el director técnico de Huracán apoya la nueva ley de servicios de comunicación audiovisual, porque conside ra que ampliará el campo de las voces en el espec tro de los medios. “Era una ley de la dictadura, hecha por los militares para los oligopolios, había que cambiarla con una ley nueva. Si esta nueva ley tiene defectos o no, lo desconozco, pero es necesaria y com parto la necesidad de que se haya cambiado. Porque es necesaria la pluralidad de opiniones, que todo el mundo tenga derecho a la informa ción, un derecho esencial del ser humano que nos arrebatan día a día. Habiendo pluralidad, que después cada uno opine lo que res estaban naciendo. Entró y devastó lo que estaba floreciendo sin ningún tipo de escrúpulos ni de sentimientos. Entonces Huracán, ahora, vuelve a su destino de equipo pobre, que hace lo que puede, cuan do tuvo una oportunidad histórica única, de dar un paso más, y aguantar cuatro meses más, hasta fin de año. Pero no lo hizo. La ins titución se hubiera fortalecido y Huracán seguiría viviendo esa gran ilusión. Hay que tener en cuenta que había jugado 19 parti dos solamente. Todavía no había dado todo lo que podía dar naturalmente. Se vive a tanta prisa en este fútbol que parece que 19 partidos son una eternidad y, en realidad, es solo un comienzo.” Sobre esa actualidad del fútbol nacional e internacional, remarca: “Me parece lamentable, pero el fútbol en el país está hecho para ese fin comercial, para los empresarios que ganan dinero y para la televi sión, hasta ahora. Eso es el fútbol argentino hoy. Ha perdido identidad y ha perdido naturalidad. Hay equipos europeos que juegan muy bien, como el Barcelona y el Arsenal de Inglaterra, el Lyon de Francia, pero son escasos. En el resto se corre más de lo que se juega. Y el fútbol italiano es el peor de todos, es insoportable. El que haya visto un par tido completo de fútbol italiano que levante la mano. Dije una vez que no veía fútbol italiano porque me engordaba. Me aburro tanto que me levanto a cada rato a comer algo, un sándwich, una banana, un yogurt. Termino con 4 kilos de más. El fútbol de ese país es la negación del juego. El inglés es un fútbol muy generoso, muy dinámico, al margen de que se pueda estar de acuerdo o no con ciertos estilos. Un equipo pierde 3 a 0 y sigue atacando, y el que gana 3 a 0, también sigue ata cando. Es un juego muy atractivo. No es ese fútbol que ahora se llama ‘inteligente’, el que Brasil hizo con Argentina. Según ese discurso, que es el del niembrobilardismo, inteligente es ponerse todos al lado del arquero, no jugar bien. Y lo delicado es que ese discurso ha pren dido en muchos periodistas. O sino, dicen que un técnico que actúa según ese criterio es un ‘técnico trabajador’. Nunca oí que llamaran inteligente al fútbol que juega el Barcelona ni que lo calificaran de tra bajador a Guardiola, siendo que el Barcelona ganó los tres campeona tos que disputó. ¿Y por qué no es trabajador Guardiola, que juega y ataca, y hace 4 o 5 goles, y sí Dunga, que pone nueve jugadores ade lante del arquero? Me pregunto: ¿Por qué no es inteligente la selec ción española que, entre paréntesis, de los últimos 39 o 40 partidos jugados solo perdió 1? Recuerdo que uno de los integrantes de esa corriente a la que aludo se puso contento cuando perdió España y la frase de Niembro en ese partido fue: ‘Estos se creen que inventaron el fútbol’. Vaya mezquindad. También decían que la gente estaba con Huracán porque era un equipo pobre, humilde. Pero, la gente está con el Barcelona que es un equipo muy rico. Están con esos equipos por que juegan bien.” La selección En relación a la selección y las dificultades que ha afrontado para clasificarse –esta nota se cerró después del ajustado triunfo fren te a Perú, pero la charla se verificó dos semanas antes, Cappa razona: “Me molesta que, ahora, que Maradona está perdiendo, salgan todos a decir cualquier cosa. En ese momento, creo que hay que apoyar a Maradona. Y cuando termine la eliminatoria, bueno, ahí habrá tiempo de analizar y decir lo que se quiera. Mi pensa miento es que los seleccionadores no tienen tiempo de trabajar, porque el negocio le ha quitado tiempo al fútbol. Llaman a los juga dores y tienen dos días para hacer un entrenamiento. Y esa prácti ca sola no sirve de nada. Es lo mismo que si tenés una orquesta que no ensaya nunca. Por mejores músicos que se tenga, si no ensayan jamás, es difícil que la orquesta suene bien. En fútbol, un buen equipo es producto del entrenamiento y de los partidos. Y los seleccionadores, por esta fiebre del negocio, no tienen tiempo. Maradona ocupa el cargo en plena competencia y solamente ten drá tiempo cuando termine esta clasificación, luego de la cual dis pondrá de alrededor de un mes para entrenar. No se puede juzgar así, en el aire.” En cuanto a los equipos que han participado de esta eliminato ria, opina: “Chile es para mi el mejor. Es el sudamericano que hizo mejor fútbol. Nunca tuvo la personalidad ganadora que está demostrando en el presente, que sin duda, se la dio Bielsa, ade más de buen juego. Creo que Bielsa también ha cambiado, porque ahora le da más lugar a la inventiva del jugador. Antes Bielsa sólo creía en el orden, en este momento cree en el jugador. Este equi po demostró una gran personalidad, que es todo mérito de Bielsa. Respecto de Brasil, sale más en los diarios. Tiene algunos buenos jugadores, y otros que Dunga no pone para ser, como decíamos, ‘inteligente’. Porque hay muchos que juegan muy bien y no los puede poner por esa razón. Pone a los que no juegan tan bien. Yo dije que Brasil había jugado contra Argentina como un equipo chi co con jugadores grandes.” ■

Entrevista: Mirta Quiles.
Fotos: Juan Quiles.

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